Un 87,2% de españoles escucha música habitualmente aunque solo un 3,5% compra discos. El empleo cultural supone casi un 3% del total y las exportaciones superan a las importaciones.
Es necesaria una revisión de los indicadores para tener una imagen real de la aportación de la música a nuestra economía.
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha presentado hoy la 12ª edición del Anuario de Estadísticas Culturales, un estudio que resume los resultados estadísticos más significativos del ámbito cultural para facilitar el conocimiento de la situación y de la evolución de la cultura en España, su valor social y su carácter como fuente generadora de riqueza y desarrollo económico en la sociedad española.
Entre los principales indicadores que recoge el informe destacan que el empleo en empresas dedicadas a actividades culturales supone un 2,9% del total, con 515.000 trabajadores activos, en su mayor parte asalariados (69,2%) y con contratos indefinidos (86,9%). Nuestro sector tiene un saldo comercial (exportaciones-importaciones) positivo que roza los 124 millones de euros, con una cifra de importaciones de bienes culturales que asciende a los 753,2 millones de euros. A pesar de todo ello, el gasto en cultura de la Administración General del Estado únicamente fue del 0,17% del PIB.
Un 87,2% de españoles escucha música habitualmente, siendo ésta la actividad cultural más frecuente con mucho margen sobre la siguiente. Sin embargo, el gasto de los hogares no refleja el mismo patrón. El porcentaje de inversión en la compra de discos es únicamente del 3,5%, mientras que el gasto en equipos audiovisuales e Internet sube al 42,5%, del cual un 22,3% corresponde a la conexión. En cuanto a los espectáculos en directo, un 24,5% asiste habitualmente a conciertos de música actual en las 537 salas censadas o a los numerosos festivales que se celebran a lo largo del año, que a su vez contribuyen a las cifras de turismo cultural.
Aunque estas cifras son muy favorables, todavía podrían ser mejores si los sistemas de clasificación de las actividades económicas para la cultura estuvieran mejor diseñados. Como se explica en la metodología del estudio, en muchos casos no ha sido posible incluir ciertas actividades culturales para las que no se dispone de información
con el desglose necesario. Además, la agrupación de las actividades no permite una visión clara del significado de la industria musical en el global, como por ejemplo al englobar a las actividades de producción y edición musical en la misma categoría que las artes gráficas. En las exportaciones se tienen en cuenta únicamente los bienes pero no los servicios culturales, que en el caso de la música suponen la mayor parte de los ingresos. Estos y otros indicadores deberían ser revisados para poder tener una imagen real de la aportación de la música a nuestra economía.
Anuario de Estadísticas Culturales 2016 (completo)
Nota resumen
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