La Comisión Europea realiza hasta el próximo día 4 de enero una consulta pública sobre algunos aspectos de la futura reforma del IVA.
Las discográficas independientes pedimos un tipo de IVA reducido para la cultura, tanto en formato físico como online.
La Comisión Europea está llevando a cabo una reforma del actual sistema del IVA. Esta reforma es clave para las industrias culturales españolas y para todos los ciudadanos, ya que posteriormente los Estados miembros tendrán que implementarla en sus legislaciones. El que España pueda llegar a aplicar en un futuro un tipo reducido de IVA a la cultura depende de lo que se decida ahora en Bruselas.
De acuerdo con la regulación vigente, los discos o las películas no son elegibles para tipos de IVA reducido, que sí se aplican a otros bienes culturales como los libros o los periódicos. Además, las descargas de productos culturales online (como los mp3 o los eBooks) se consideran servicios electrónicos y están sujetos al tipo de IVA más alto, independientemente de si a su equivalente físico se le aplica un IVA reducido.
Esto plantea dos problemas fundamentales. En primer lugar, que existe una discriminación hacia algunos productos, que son tratados como objetos de lujo en vez de como bienes culturales. En segundo lugar, que los mismos productos pueden tener tipos de IVA distintos según se comercialicen en formato físico o digital.
Nuestra postura es que todos los bienes y servicios culturales deberían tener un tipo de IVA reducido, y que no debería haber diferentes tipos impositivos para los mismos productos en su formato físico o en línea.
Un tipo de IVA reducido y armonizado para todos los bienes y servicios culturales ayudaría a:
• Simplificar el sistema eliminando las fronteras entre los distintos formatos, acabando así con la confusión de las empresas y los consumidores.
• Promover la diversidad facilitando el acceso a la cultura por parte de todos los ciudadanos, y que deje de ser considerada un lujo.
• Fomentar el empleo y estimular el crecimiento económico de las industrias culturales.
• Estimular la economía digital europea para que pueda posicionarse como alternativa competitiva a los grandes grupos que dominan el sector.
• Reducir la piratería, porque al bajar el precio final de los productos se fomentaría el consumo legal.
No podemos permitir que algo tan importante como la cultura dependa de las políticas fiscales del momento, no hay más que ver el efecto devastador que la subida de 13 puntos aplicada el 1 de septiembre está teniendo en las empresas de espectáculos y en las economías de las familias. Bruselas primero, y nuestro gobierno después, tienen que reaccionar y adoptar medidas efectivas para proteger la cultura y fomentar su difusión. La bajada del IVA para todos los bienes y servicios culturales debería ser una de ellas.