La propuesta del gobierno es completamente irresponsable con la situación actual de crisis económica, puesto que traslada la carga de la compensación de las compañías privadas al erario público.
La disminución de ingresos por copia privada, con los que se realizan actividades asistenciales y de promoción, repercutirá en una merma de los beneficios sociales de los autores, artistas y sellos.
La UFi ha respondido a la consulta realizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte sobre el nuevo proyecto de Real Decreto por el que se regula el procedimiento de pago de la compensación equitativa por copia privada con cargo a los Presupuestos Generales del Estado.
En nuestro informe remitido a la Secretaría de Estado de Cultura reiteramos nuestra postura de que deberían ser los fabricantes de equipos, aparatos y soportes de grabación, y no el conjunto de los ciudadanos del territorio español, los que pagasen esta compensación a los creadores por el uso que se realiza de sus obras, tal y como se venía haciendo hasta diciembre pasado cuando el actual ejecutivo decidió cambiarlo sin previo aviso. Creemos que la propuesta del gobierno es completamente irresponsable con la situación actual de crisis económica, puesto que traslada la carga de la compensación de las compañías privadas al erario público, haciendo responsables a todos los contribuyentes.
Esta medida va claramente en contra del objetivo de armonización en materia de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (en 22 de los 27 países de la Comunidad Europea son los fabricantes de dispositivos los que pagan el canon) y de la directiva vigente. Además, está sujeta a arbitrariedad, puesto que la cantidad de compensación será decidida por el Secretario de Estado de Cultura, pudiendo depender de cambios políticos o de la salud financiera del país, en vez de adecuarse al daño real producido.
Hay que recordar que de los ingresos por copia privada sale el presupuesto para las actividades asistenciales y de promoción que las entidades de gestión ofrecen a sus miembros, por lo que cualquier perjuicio causado a esta compensación repercutirá en una merma de los beneficios sociales de los autores, artistas y sellos, lo que supone un nuevo golpe a la cultura de este país, por la que nuestros gobernantes no parecen tener ningún respeto.
No entendemos la aplicación de una medida que perjudica tanto a los creadores de contenidos como al resto de los ciudadanos, y que únicamente beneficia a las empresas fabricantes de dispositivos. El sistema anterior no era perfecto, pero su sustitución por la actual propuesta supone un mal todavía mayor.
Las discográficas independientes continuaremos luchando para que los consumidores puedan seguir disfrutando de la música en las mejores condiciones posibles, y para que los auténticos beneficiados por la situación actual (proveedores de servicios de internet, fabricantes de dispositivos, etc.), en su mayor parte grandes corporaciones, sean los que contribuyan a garantizar una remuneración justa para los creadores de los contenidos de los que se nutren.